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En esta división se pretende volver a la pureza del tiro sin elementos extras de puntería, por eso también se ha llamado división de TIRO INSTINTIVO, utilizada básicamente en recorridos de Campo y Bosque, con lo que el contacto con la naturaleza es mayor.

Las flechas tienen astas de madera (en algunas modalidades se permiten otro tipo de tubos) y plumas que sirven para establecer la dirección. Como concesión, en el estilo tradicional se permite el uso de materiales para cuerdas más modernos como el Dacron, que es más elástico, y los que son aun más modernos, el Fast-Flight y el Dyneema, que son menos susceptibles de romperse.

Por abundar en las modalidades existentes en “el más puro estilo tradicional”, no queda más remedio que comenzar centrándonos en la emulación del “tiro real”. En efecto, la necesidad de entrenar los tiros que, mucho tiempo atrás, podrían ser considerados habituales, sobre todo en actividades cinegéticas, implican 2 factores fundamentales:

Con estas bases como premisa, se han desarrollado competiciones en bosque, tanto en modalidades de “caza”, como de “recorrido de bosque” tirando, en ambos casos, a figuras, a escala real, de reses fabricadas en foam.

Ni que decir tiene que el entorno, presidido por amantes de la naturaleza contribuye a pasar mañanas agradables en lo más frondoso de los bosques de Euskadi.

 

 

Las modalidades, casi siempre partiendo del tiro instintivo (sin mecanismos que permitan afianzar la puntería) recorren la espectacularidad de los modernos arcos recurvos de precisión, debidamente desnudados, hasta los más románticos arcos rectos (prototipo de arco inglés del medioevo), con sus flechas de madera, pasando por los modernos y elegantes recurvos de caza, construidos en espectaculares maderas nobles con insertos de carbono.

Por supuesto, no podemos olvidar que la verdadera caza, se realiza con los sofisticadísimos “arcos de poleas”, verdaderas armas de precisión con  espectaculares mecanismos de puntería.